Ministerios Elohim

El Crecimiento Integral del Ministro

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EL CRECIMIENTO INTEGRAL DEL MINISTRO

 

 

Todo en esta vida tiene un principio y tiene un fin, me refiero a todo lo material. La Santa Biblia dice que la vida del hombre es como la flor del campo, nace, crece, florece, se marchita y muere. Esto sucede de una manera natural, normal; es el destino de toda la materia, pero los que estamos entendiendo el mensaje y la enseñanza de Dios que está escrito en las Santas Escrituras, sabemos que Dios a sus hijos les ha dado o nos ha dado un espíritu y un alma que son eternos. Por eso el Señor Jesucristo, nuestro Dios, nuestro Señor, nuestro Rey, nuestro Salvador y nuestro Hermano mayor, vino a buscarnos y a darse a conocer a nosotros y darnos a conocer al Padre eterno, para que a si lo creamos y vayamos a El, y nos mostró el camino a la eternidad hacia Dios, nos mostró la verdad de Dios para nuestra vida y nos muestra la vida eterna.

 

Nosotros los que pertenecemos a Dios no podemos pensar en quedarnos como estamos, sino que debemos estar en un proceso de crecimiento, por eso el apóstol Pablo al recibir esta revelación del camino, la verdad y la vida él dice: 2Cor 4:16 “Por tanto,  no desmayamos;  antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando,  el interior no obstante se renueva de día en día. Esto es espíritu y alma se van renovando día con día, nuestro espíritu y alma no deben dejar de crecer”.

 

La Biblia dice: que el edificio (Iglesia) bien coordinado va creciendo hasta el conocimiento pleno. Efesios 2:21  En quien todo el edificio,  bien coordinado,  va creciendo para ser un templo santo en el Señor”.  Esto quiere decir que para que el cuerpo místico de Cristo crezca debe de crecer de una manera integral.

 

1.      Debe crecer en fe.

2.     Debe crecer en amor.

3.     Debe crecer en la verdad.

4.     Debe crecer en santidad.

5.     Debe crecer en sabiduría.

6.     Debe crecer en inteligencia.

7.      Debe crecer en poder de Dios.

8.     Debe crecer los valores espirituales.

9.     Debe crecer el conocimiento de Dios.

10. Debe crecer la alabanza y adoración a Dios.

11.   Debe crecer la comunión con Dios.

12.  Debe crecer la palabra (doctrina).

13.  Debe crecer la comunión con los santos.

14. Debe crecer la revelación del Espíritu.

15.  Debe crecer la obediencia hasta perfeccionarse.

16. Debe crecer la unción del Espíritu.

17.  Debe crecer el entendimiento, la renovación de la mente.

18. Debe crecer la jerarquía, la autoridad delegada por Dios.

19. Debe crecer la gloria de Dios.

20.                 Debe crecer la unidad, el mismo sentir.

21.  Debe crecer la paz.

22. Debe crecer los valores morales.

 

Aunque el reino de Cristo no es de este mundo, debe crecer el reino de Dios en las naciones, pueblos y colonias donde habitamos, especialmente el reino de Dios debe crecer en la iglesia para que de allí tenga su fluir hacia sus contornos.

 

El reino de la luz debe extenderse por medio de los hijos de luz, porque la luz que alumbra a todo hombre vino a cada miembro que compone la iglesia de Cristo y el pueblo que vivía en tiniebla vio gran luz. Mat. 4:16  El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;   Y a los asentados en región de sombra de muerte,   Luz les resplandeció.

 

Juan 1:9 “Aquella luz verdadera,  que alumbra a todo hombre,  venía a este mundo”.

 

Este es un proyecto de Dios, este es un plan de Dios, todo esto está en la santa voluntad de Dios. Dios no hace vasos de honra infructuosos, es decir vasos que no den frutos. El deseo y propósito del Señor es que la iglesia sea fructífera, una iglesia que de mucho fruto, que se multiplique integralmente, en espíritu, alma y cuerpo, que se santifique y se perfeccione.         1 Tesalonicenses 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo;  y todo vuestro ser,  espíritu,  alma y cuerpo,  sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. Porque Dios la tiene predestinada para que de testimonio vivo y poderoso de la multiforme sabiduría de Dios y esto lo hará con todas las creaciones de Dios que nos antecedieron tanto en la tierra como en el cielo. Por eso el Señor Jesucristo le dijo a los primeros discípulos, ustedes mayores cosas que yo haran.

 

Juan 4:12 “De cierto,  de cierto os digo: El que en mí cree,  las obras que yo hago,  él las hará también;  y aun mayores hará,  porque yo voy al Padre”. Esto se los dijo a nivel humano como verdaderos siervos de Dios que iban a ser y por consecuencia también se refería a todas las generaciones de seres humanos que íbamos a formar la iglesia, cuerpo de Cristo, por eso les dio dos órdenes específicas:

 

Marcos 16:15-16  Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado,  será salvo;  mas el que no creyere,  será condenado. Y  les ofrece valores y devolverles los derechos, poderes, las jerarquías, los dominios, el señorío que le había dado a Adán sobre todos los reinos. Mar 16:17-18  Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios;  hablarán nuevas lenguas;  tomarán en las manos serpientes,  y si bebieren cosa mortífera,  no les hará daño;  sobre los enfermos pondrán sus manos,  y sanarán.

 

Adán tenía que hacer crecer el reino de la luz sobre todos los demás reinos, sobre el reino mineral, vegetal, humano, animal y espiritual.

 

1.      En  mi nombre echarán fuera demonios.  Reino espiritual.

2.     Sobre los enfermos pondrán sus manos y sanaran. Reino humano

3.     Hablaran nuevas lenguas. Reino celestial, derechos de hijos.

4.     Tomaran en las manos serpientes. Reino animal.

5.     Si bebieren cosas mortíferas no les hará daño. Reino mineral y vegetal

 

Y ellos saliendo predicaron en todas partes ayudándoles el Señor. Mar 16:20  Y ellos,  saliendo,  predicaron en todas partes,  ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían.  Amén. Esto quiere decir que las señales siguen a la palabra que crece. También les dio una gran comisión, en el evangelio de Marcos los envió a dar testimonio de los que a ellos les había acontecido y a anunciar la salvación que el Padre Eterno quiere dar a través de su Hijo amado. Y esto llega hasta nosotros los que estamos entendiendo y creyendo lo mismo. Pero en el evangelio de Mateo les da una gran comisión y les dijo: Mat. 28:18  Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”.

 

El Señor dijo esto delante de ellos para que entendieran cuánto  poder y jerarquía espiritual les iba a dar para que continuaran la obra que él había empezado, no porque ellos y nosotros íbamos hacer mayores cosas que las que él hizo, sino porque él las iba a hacer a través,  o por medio de ellos y de nosotros, esa potestad espiritual de Cristo estaría en ellos y está en nosotros, sus verdaderos siervos que nos están usando para edificar, para diseñar y para hacer crecer la iglesia en su formación espiritual y moral, por eso se nos dice que debemos de llegar a tener la altura de un varón perfecto, hasta la plenitud (la potestad) de Cristo. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones bautizándolos en el nombre del Padre (Elohim), del Hijo (Jesucristo) y del Espíritu santo.

 

Enseñándoles (para enseñar tenemos que haber sido enseñados y tener la capacidad de enseñar) que guarden todas las cosas que os he mandado (ellos ya sabían y entendían lo que se les había enseñado y mandado, porque lo vivían) y el Señor sigue diciendo, y he aquí yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo; Amén. (Mateo 28:18-20)

 

¿Cómo podremos creer que la iglesia de Cristo se va a levantar con esos poderes, con esas jerarquías de autoridad, y palabra que impacta los corazones y las señales sigan a esa palabra y que podamos ver los milagros, los prodigios, las maravillas que Dios quiere hacer en la iglesia y a través de ella, si la iglesia no tiene ministros capacitados, , si no hay quien guié a los santos y los prepare para la obra del ministerio?

 

La iglesia que va a crecer, es la iglesia que va a tener o que tiene ministerio que verdaderamente están entre los cinco ministerios primarios, y que están formando:

 

1.      Un verdadero equipo ministerial.

2.     Ministros (siervos del Señor) llenos del Espíritu.

3.     Ungidos del Espíritu Santo.

4.     Que tienen guiaza del Espíritu Santo.

 

Mientras la iglesia no tenga ministros con un crecimiento integral, difícilmente podrán crecer. Es necesario que los que tenemos el privilegio de ministrar, guiar, dirigir e instruir a la iglesia del Señor, tengamos un crecimiento espiritual íntegro, en espíritu, alma y cuerpo.

 

1.      Nuestro espíritu debe de  mantenerse, con hambre y sed de justicia para ser saciado, en plena intimidad con Dios. Siendo un espíritu con el Señor porque el que se une al Señor un espíritu es con el.

2.     Nuestra alma debe mantenerse limpia, pura, sin mancha, recibiendo cada día más la imagen del Señor Jesucristo, apartada nuestra mentalidad completamente de toda inmundicia e impureza.

3.     Nuestro cuerpo lo necesitamos completamente sano para desempeñar la labor. Si un ministro o alguien que díga que tiene un ministerio de parte de Dios, no tiene una sanidad divina integra en espíritu, alma y cuerpo, seguramente que su labor será mediocre, o se conformará con poco y el que se conforme con poco no podrá crecer y mucho menos podrá llegar a un crecimiento espiritual en la congregación que liderea o pastorea.

 

Dios quiere que la iglesia de Cristo, la novia de su amado Hijo tenga la dignidad de casarse (hacerse uno con Cristo) con su amado hijo, y el Señor Jesucristo no quiere casarse con una niña inmadura. El quiere una novia que esté enamorada de él, que solo piense en él, que tenga el deseo de vivir toda la eternidad con él.

 

La Biblia dice, que la ciudadanía de la iglesia  es celestial, y para poder vivir en esa ciudad se necesita saber en qué condiciones espirituales, morales y corporales se vive allá. Y esa es una de las razones por las cuales fue enviado el Espíritu Santo a nuestras vidas, y el Espíritu Santo es el encargado de perfeccionar la buena obra que el Señor Jesucristo empezó en los santificados y justificados.

El Espíritu Santo es el que hace toda la obra:

 


. Consuela                                            .Da cobertura                                    . Da frutos                                       

.  Instruye                                            . Nos engendra                                 . Da respaldo

. Enseña                                               . Nos cría                                           . Edifica la casa

. Guía                                                    . Nos da crecimiento

. Unge                                                   . Nos da revelaciones

. Llena de poder                                 . Nos da sabiduría de Dios

. Santifica                                            . Purifica el espíritu

. Consagra                                           . Purifica el alma

. Purifica                                              . Da dones

 


Dios lo puede hacer todo por medio de su Santo Espíritu, pero él estableció el llamar a miembros de la iglesia, de entre los llamados que forman el cuerpo místico de Cristo, a los que se les conoce como colaboradores, como embajadores y como obreros. Así que, Dios quiere hacer la obra por medio del Espíritu Santo, pero usando también los vasos de honra que forman un equipo espiritual con el Espíritu Santo.

 

Y para lograr esto los ministros del Espíritu necesitamos tener esa dignidad, y la dignidad de lograr la plena confianza del Espíritu Santo hacia nuestro ministerio, es tomando la decisión de vivir integrados en espíritu, alma y cuerpo, tenemos que dedicarnos a hacer crecer nuestro espíritu, y no apartarnos del proceso de la perfección y lograr la madurez; y es necesario que la pereza espiritual desaparezca para alcanzar a tener una mente (alma) espiritual, el alma que se integra al espíritu es el alma que se rinde cada día hacia Dios, no olvidemos que nuestra alma es la que mas ha sido dañada en este mundo, y nuestra lucha es dominada para que sea una con nuestro espíritu y de esa manera es más fácil presentar nuestros cuerpos en sacrificio vivo delante de Dios (Rom. 12:1) “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”.

 

Cuando el Espíritu Santo ve que nos soltamos en sus manos, y deseamos ser guiados por El, entonces El también nos da la forma de Cristo en el ministerio y nos integra a su equipo.  Debemos ser eficientes en el ministerio.  El conocimiento, la experiencia, las enseñanzas y habilidades adquiridas deben dar eficiencia ahora en el ministerio.  Sin embargo muchos se mantienen con lentitud, muy pasivos, y como si estuvieran dormidos, como si olvidaran la enseñanza o también los valores y las prioridades.  Porque es necesario que se mantengan receptivos, debemos de aprender a recibir y retener.

 

La educación continua, enriquece el ministerio y la vida personal, conviértete en un conquistador, conquístate,  desafíate a ti primero para conquistar el territorio que pisas, y en el que te mueves; pon la mirada en el que premia, y no en el enemigo, porque donde hay visión hay acción y hay provisión y hay premio.  Dios no tiene límites, los límites los ponemos nosotros porque él dice, que al que tiene, más se le dará y el que quiere limitarse, hasta lo poco que tiene se le quitará (Mt. 25:29) “Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado”.

 

El debilitado, debilita a otros, el murmurador hace murmuradores, los desanimados, desaniman, los miedosos meten miedo; pero los fuertes dan fuerza, los que son valientes hacen valientes.  Los lineamientos de la palabra que se vive, eso se transmite y se demuestra, por eso, debemos de saber cual es el rumbo y los objetivos que perseguimos.

 

Debemos de tomar otra determinación, darle un giro a nuestra mentalidad, buscar un cambio total a nuestra manera de ser, definir el valor que tiene para nosotros lo que deseamos; descubrir y definir nuestros valores y objetivos.  Todos debemos de detectar (discernir) los obstáculos que se quieren interponer para que no logremos nuestros objetivos.

 

La ventaja de descubrir nuestros valores y nuestros objetivos, nos permiten tener una vida  balanceada, equilibrada, nos ayuda a buscar soluciones para alcanzar lo que queremos (que todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo esté esperando la venida del Señor) (I Tes. 5:23) “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.  También debemos de saber cúal es el motivo por el cual vivimos, la dirección a dónde vamos; Dios nos está dando la capacidad interna para conseguir los resultados que debemos tener en el ministerio que se nos ha encomendado.  Dios quiere que sepamos que tenemos la capacidad (el potencial)  de levantar el espíritu de la gente que nos rodea.

 

Nadie puede hacer lo que a usted le corresponde hacer en su vida, por eso necesita al arquitecto, al diseñador, al director, que nos muestre el futuro de nuestra vida y cómo debe formarse; debemos de tener pensamientos que enriquezcan nuestra vida, eliminando los que quitan fuerzas.  Que importante es vivir alimentando nuestras vidas, en la fuente de los valores, la fuente de los valores es Dios mismo, y los principios El los ha establecido.

 

Cuando un ministro del Espíritu, no prospera en todas las cosas, es porque cambia los valores de Dios y los principios espirituales, no olvidemos que de El, emana la vida (De Dios), y los ministros que viven  una vida integrada en espíritu, alma y cuerpo, transmiten vida, y eso es lo que Dios quiere hacer en su santa obra.  Por eso todo el tiempo necesitamos estar examinando el manual del constructor ( de nuestras vidas ) , para que no nos sobren piezas, ni nos falten, y sepamos como vivir una vida integrada, y así tener el propósito y la visión de construir y construir el edificio de Dios, y todo nos vaya saliendo en una buena coordinación, la cual es nuestra propia vida; que glorioso va a ser para nosotros el vernos realizados, y tener la experiencia de ver la gloria de Cristo que le ha dejado a la iglesia, para ser uno con él, con el Padre, y con los que creen lo mismo.

 

Padre, la gloria que me diste, yo se las he dado, para que sean uno, así como tu y yo somos uno (Juan 17:22).

 

A nuestro Dios, le agrada mucho la integridad, busquémosla y procurémosla primeramente en nosotros mismos.  Amén y amén.

 

 

 

ATENTAMENTE.

 

 

 

DR. Y APOSTOL. GUILLERMO A. OLGUIN SAUCEDO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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