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El Tabernaculo de David

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EL TABERNÁCULO DE DAVID

 

 

INTRODUCCIÓN

Empezaremos definiendo un tabernáculo como un santuario o tienda, diseñada para que Dios pueda habitar entre su pueblo. El primer tabernáculo aparece inmediatamente después que Dios saca al pueblo de Israel de Egipto, Dios habló a Moisés diciéndole:

 

Éxodo 25:8-9 “Y que hagan un santuario para mí, para que yo habite entre ellos. Conforme a todo lo que te voy a mostrar, conforme al diseño del tabernáculo y al diseño de todo su mobiliario, así lo haréis.

 

Este santuario que es conocido como “El Tabernáculo de Moisés” estaba dispuesto en tres partes, el atrio, el lugar santo, y el lugar santísimo, en este ultimo se encontraba el arca del pacto que representaba la presencia misma de Dios, ahí solo podía entrar el sumo sacerdote una  vez por año para realizar el sacrificio de la expiación, quiero enfatizar que el lugar santísimo era el lugar donde Dios se encontraba con el sumo sacerdote. Durante todo el éxodo por el desierto, y aun tiempo después estando ya en Canaan, el pueblo de Israel usó este tabernáculo como el punto de reunión con Dios, recordemos que el propósito de crear el tabernáculo era para que Dios pudiera habitar entre ellos. La escritura declara que el pueblo continuaba consultando a Dios:

 

Jueces 20:27 “Y consultaron los hijos de Israel al SEÑOR (porque el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días”

 

La historia continuó, primero el pueblo estuvo con Moisés en el desierto durante 40 años, luego Josué los ingresó a Canaan, después de la muerte de Josué, Dios levantó jueces (lideres) que guiaban al pueblo, hasta que llegamos a los días de Samuel, Dios levantó al profeta Samuel como el líder principal del pueblo de Israel, en esos días el mayor enemigo eran los filisteos, el pueblo de Israel mantenía su fortaleza en que el arca del pacto estaba en medio de ellos, es decir, Dios mismo estaba con ellos y eso les daba la confianza de ser victoriosos, así es amado hermano, si Dios con nosotros, ¿Quién contra nosotros?

 

1 Samuel 4:5-7 “Y aconteció que cuando el arca del pacto del SEÑOR entró al campamento, todo Israel gritó con voz tan fuerte que la tierra vibró.  Al oír los filisteos el ruido del clamor, dijeron: ¿Qué significa el ruido de este gran clamor en el campamento de los hebreos? Entonces comprendieron que el arca del SEÑOR había llegado al campamento. Y los filisteos tuvieron temor, pues dijeron: Dios ha venido al campamento. Y añadieron: ¡Ay de nosotros! Porque nada como esto ha sucedido antes”.

 

En una oportunidad los filisteos vencieron al pueblo de Israel y se llevaron el arca del pacto, la escritura nos narra que por haberse llevado el arca, Dios castigó a los filisteos con gran calamidad (1 Samuel 5), estos al ver la mano  de Dios decidieron regresar el arca del pacto al pueblo de Israel, cuando lo hicieron, el arca fue mantenida en la casa de Abinadab, estuvo ahí muchos años hasta que luego David fue instituido como Rey sobre Israel y envió a traer el arca del Pacto de la casa de Abinadab:

 

2 Samuel 6:1.2 Volvió David a reunir a todos los hombres escogidos de Israel, treinta mil.  Y David se levantó y fue con todo el pueblo que estaba con él a Baala de Judá, para hacer subir desde allí el arca de Dios, la cual es llamada por el Nombre, el nombre del SEÑOR de los ejércitos, que está sobre los querubines”.

 

Durante el traslado del arca del pacto hubo un incidente mortal, un hombre llamado Uza toco el arca y la escritura declara que Dios se enojo porque Uza no tuvo reverencia, y ahí mismo murió (2 Samuel 6:7), David tuvo temor al ver lo delicado de tratar con el arca, e hizo que esta se quedara en la casa de Obed-edom mientras él estudiaba sobre el arca, al tiempo, David preparó una tienda (o tabernáculo) en su casa, y regresó a la casa de Obed-edom para llevarse el arca, se dio cuenta que Dios deseaba un tabernáculo o tienda para habitar entre ellos, la tienda que David preparó para el arca de Dios es conocida como “El Tabernáculo de David”, pero a diferencia del tabernáculo de Moisés que contenía tres partes (Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo que era donde estaba el arca o presencia de Dios), el tabernáculo de David solo tenia un lugar simple hecho de cortinas (2 Samuel 7:2) donde estaba el arca, podemos decir que este tabernáculo solo contenía el equivalente al lugar santísimo del tabernáculo de Moisés. Durante este estudio nos centraremos en el tabernáculo de David, el cual es el único que Dios profetizo que seria restaurado (Amos 9:11), aprenderemos que encierra toda esta restauración, cuales eran los elementos especiales y únicos que se daban en este tabernáculo.

 

DESARROLLO

Para entender el deseo de Dios de restaurar el Tabernáculo de David debemos conocer mas sobre la persona de David, él fue llamado “el dulce cantor de Israel” (2 Samuel 23), un hombre conforme al corazón de Jehová, David fue tan amado por Dios que Dios prometió que su reino seria establecido por siempre, y que de su simiente según la carne vendría el Cristo, quien reinaría sobre su trono, por eso al Señor Jesús lo llamaban, “hijo de David”, porque reconocían que él era la simiente prometida a David, quien gobernaría la casa de Israel para siempre (Marcos 12:35-37), restaurar el tabernáculo de David, representa cumplir las promesas de Dios.

 

EL MODELO DE ADORACIÓN CELESTIAL

Cuando David estableció la tienda o tabernáculo para que el arca del pacto habitase, procedió a establecer ordenes sacerdotales (2 Crónicas 24) que ministraran a Dios con alabanza continua, dice la escritura que las 24 ordenes sacerdotales se turnaban para alabar a Dios, también definió cuatro encargados de las alabanzas (3 cantores, Asaf, Hemán, Jedutún, y 1 director, Quenanias, “1 Crónicas 15”), todo el pueblo se unía en alabanza y adoración junto a los 24 ordenes sacerdotales, y los 4 encargados, todos delante de la presencia (arca del pacto) de Dios:

 

1 Crónicas 15:27-28 “David iba vestido de un manto de lino fino, también todos los levitas que llevaban el arca, asimismo los cantores y Quenanías, director de canto entre los cantores. David además llevaba encima un efod de lino. Así todo Israel iba subiendo el arca del pacto del SEÑOR con aclamaciones, con sonido de bocina, con trompetas, con címbalos muy resonantes, con arpas y liras”.

 

“El Tabernáculo de David” esta relacionado con el propósito eterno de Dios de ser adorado, la escritura declara que Dios habita en medio de la alabanza de su pueblo.

 

EL VERDADERO TABERNÁCULO DE DAVID

La escritura declara en Juan 1:1 que el verbo era Dios, y en Juan 1:14 que el verbo se hizo carne, pero el original dice “tabernaculizó”, es decir, puso su tienda entre los hombres, recordemos que el propósito del tabernáculo era que Dios deseaba habitar entre su pueblo, pero todo lo que vemos en el antiguo pacto era una sombra de lo que viviríamos en el nuevo pacto (Hebreos 10:1), en el antiguo los tabernáculos eran tiendas edificadas por hombres, pero en el nuevo, son nuestros cuerpos los templos donde Dios mismo (por su Espíritu Santo) mora:

 

1 Corintios 6:19¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”

 

El Tabernáculo de David representa el periodo de la gracia que estamos viviendo, que Dios había profetizado (ver Hechos 15:11-18), Dios mismo ha venido a morar entre su pueblo (ya no hay distinción entre judío o gentil), usando como tabernáculo nuestros simples cuerpos mortales, la escritura declara que tenemos un tesoro (Espíritu Santo) en vasos de barro (Nuestro Cuerpo). El Señor Jesús declaró que Dios anda buscando verdaderos adoradores, que le adoren en Espíritu y en Verdad, eso representaba el modelo de adoración que David, guiado por Dios, instituyó, Dios desea que le adoremos aquí en la tierra, como se hace en el cielo, el tabernáculo de David representa a los verdaderos cristianos, tabernáculos del Espíritu Santo, formados conforme al corazón de Dios, para alabanza de la gloria de su gracia (Efesios 1:6).

 

La escritura es clara cuando afirma que Dios busca verdaderos adoradores, que le adoren en Espíritu y Verdad, estudiando la vida de David, nos daremos cuenta de lo que Dios espera de nosotros, y no me refiero solamente a la alabanza y danza, sino a nuestra vida misma. Recuerda que Dios nos ha escogido para alabanza de su gracia, el pueblo de Dios debe saber la realidad de la gracia a la que hemos sido llamados, Dios desea que nuestras vidas las entreguemos por completo, esa es la verdadera adoración que él busca, y por eso profetizó que nosotros viviríamos ese tiempo de la restauración del tabernáculo de David, es decir, la restauración de la adoración verdadera, el Apóstol Jacobo en el concilio Apostólico declaró:

 

Hechos 15:14-17 Simón ha relatado cómo Dios al principio tuvo a bien tomar de entre los gentiles un pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, tal como está escrito: DESPUÉS DE ESTO VOLVERÉ, Y REEDIFICARÉ EL TABERNÁCULO DE DAVID QUE HA CAÍDO. Y REEDIFICARÉ SUS RUINAS, Y LO LEVANTARÉ DE NUEVO, PARA QUE EL RESTO DE LOS HOMBRES BUSQUE AL SEÑOR, Y TODOS LOS GENTILES QUE SON LLAMADOS POR MI NOMBRE

 

Notemos que dice en el verso 15, “con esto concuerdan las palabras de los profetas”, ¿con que concuerdan? En que Dios tomaría un pueblo para su nombre, un pueblo santo que con su vida testificaría de su realidad, ese pueblo somos nosotros, su Iglesia, y Dios ha prometido llevarnos a una vida de verdadera adoración, donde testifiquemos de su realidad, ese fue el poder que recibieron los apóstoles, el poder del Espíritu Santo para ser testigos (Hechos 1:8), en ese momento empezó la restauración del tabernáculo de David.

 

LO MÁS IMPORTANTE ES LO QUE NO SE VE

La restauración del tabernáculo de David no es solamente la restauración de la alabanza a Dios con instrumentos, danzas, gritos de jubilo, etc., estos son los elementos visibles y notorios del culto a Dios, antes de ver nuestra ofrenda de labios o nuestras expresiones corporales, Dios ve nuestro corazón, recuerda, antes de examinar la ofrenda, Dios examina al ofrendante. En el mundo moderno nos hemos acostumbrado a juzgar las cosas por su apariencia externa, nos vislumbramos cuando hay cosas hermosas a nuestros sentidos (ojos, oídos, etc.) y rápidamente menospreciamos las cosas o personas de “mala apariencia” según nuestro criterio, pero Dios desea que entendamos que lo más importante es lo que no se ve, los fundamentos:

 

2 Corintios 4:18 Al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.

 

No debemos impresionarnos por los sentidos, Dios no es así, va mas allá de lo que el hombre ve, por eso cuando estamos delante de Dios debemos examinarnos muy adentro, porque ahí ve Dios, nuestro corazón, por eso David es el tipo de un verdadero adorador en Espíritu y Verdad, y no porque alabada a Dios con cánticos y danzas, sino porque como dice la escritura, era un hombre conforme al corazón de Jehová. Dios envió al profeta Samuel a ungir a uno de los hijos de Isai como el futuro rey de Israel, fue entonces Samuel a la casa de Isai y le dijo que llamara a sus hijos, al verlos, inmediatamente iba a ungir al primero que vio, por su apariencia:

 

1 Samuel 16:6-7 “Y aconteció que cuando ellos entraron, vio a Eliab, y se dijo: Ciertamente el ungido del SEÑOR está delante de Él.  Pero el SEÑOR dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el SEÑOR mira el corazón”.

 

Así pasaron todos los hijos de Isai, y Dios le continuaba diciendo ninguno de estos es, entonces Samuel le pregunto a Isai si tenia algún otro hijo, y el le dijo, si tengo uno, el mas pequeño, no  esta aquí, esta apacentando las ovejas, y Samuel le dijo, manda a llamarlo, era David, al verlo Dios le dijo a Samuel, “este es”. Dios lo escogió porque vio adentro de él, lo que el hombre menosprecia por su apariencia, es a veces lo que Dios toma en cuenta, la escritura dice que lo vil y menospreciado a escogido Dios (1 Corintios 1:28). David era el menor, el más pequeño.  Dios no se impresiona por los coros, o las danzas, o las vestimentas, él va mas adentro, al fundamento de lo que hacemos, Dios ve el corazón. Aquí hay dos enseñanzas para nuestra vida.

1)    Preocupémonos por lo que tenemos dentro de nosotros, lo que no se ve, eso es lo que Dios examina.

2)    no juzguemos a nadie por su apariencia externa, aprendamos a ver como Dios ve.

 

No dejemos que nos impresione lo que vemos, la danza, la coreografía, los instrumentos son el adorno, deben estar, embellecen, pero sobre todo, el fundamento debe ser genuino delante de Dios. Veamos algunos fundamentos de un verdadero adorador:

 

1. INTEGRIDAD (JUSTICIA)

La escritura declara en el Salmo 33:1 (Versión Reina Valera 1960) que hermosa es la alabanza en los íntegros, si lo vemos al contrario, “horrible es la alabanza en los que no son íntegros”,   debemos buscar tener una vida integra, ser justos en conducta y carácter, Dios aborrece la injusticia, la restauración del tabernáculo de David incluye restaurar los fundamentos de la vida, como hijos de Dios que somos, y como verdaderos adoradores que debemos ser:

 

1 Juan 3:10 En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano.”

                                         

En este fundamento de justicia, debemos aclarar algo bien importante, nosotros somos justos delante de Dios, pero no por nuestras obras de justicia, sino por el sacrificio de Cristo en la cruz del calvario, Dios desea que haya en nuestro corazón la gratitud de reconocer que Cristo es quien nos hace justos delante de él, y buscamos practicar la justicia para vivir una vida que le agrade, no para que las gentes nos vean, recordemos que estos son fundamentos, cosas que Dios ve.

 

2. PAZ Y SANTIDAD

Hebreos 12:14 declara que debemos tener paz y santidad para ver a Dios, recordemos que nuestro Dios es santo, para encontrarnos con él, su territorio es de paz y santidad, pero imagina, si nuestra vida es una vida mundana, donde nos hemos engañado a nosotros mismos haciendo cosas que sabemos no debemos hacer, convirtiendo la gracia de Dios en libertinaje, como Dios se agradará de nuestra alabanza y adoración, recuerda, Dios primero ve nuestro corazón, y es necesario buscar la paz y santidad,  el pecado todavía nos alcanza, pero cuando buscamos guardar sus mandatos, él nos santifica por la fe en Cristo:

 

3. LA FE

Sin Fe es imposible agradar a Dios, vemos como estos elementos deben ir juntos, la escritura declara que por la fe Abel dio mejor sacrificio. Debemos creer que existe, esto es un 50%, pero debemos saber y creer también, que es galardonador de los que le buscan, este es 50% restante, debemos tener esos dos ingredientes en la búsqueda diaria de Dios, si le buscamos le encontraremos, pero si lo hacemos de corazón. No se puede ser un adorador sin fe, ya que la fe es el ingrediente que hace que podamos adorarle en todo tiempo, aun ante las pruebas y adversidades de la vida, confiando que al final, todo habrá cooperado para nuestro bien, nuestra vida debe ser una manifestación de confianza en Dios, no podemos cantar y adorar a Dios, a menos que tengamos plena confianza en él, en sus promesas, dice la escritura en Hebreos 11:30 que por la alabanza con fe fue que cayeron los muros de Jericó.

 

4. OBEDIENCIA

La obediencia es más importante que el mero sacrificio (1 Samuel 15:22) de labios, querer alabar y adorar a Dios sin este fundamento, de nada sirve, la restauración del tabernáculo de David implica vivir una vida dedicada a Dios, si tenemos fe, debemos obedecerle, amado hermano, alabar, danzar, gritar con jubilo, pero sin obedecer, es ser un falso adorador, un verdadero adorador es aquel que rinde su vida a Dios por completo.

 

 

 

 

 

5. EL AMOR

Pablo en 1 Corintios13 describe ampliamente el amor, sin el cual, nada somos. La escritura declara que lo que vale es la fe que obra por amor. David significa amado por Dios, debemos ser amantes de Dios. Pero mostramos que le amamos cuando guardamos su palabra, y amamos a nuestro hermano.

 

En el tiempo de David, solo los sacerdotes podían ministrar delante de la presencia de Dios (el arca del pacto), los sacerdotes eran establecidos como tales por ser de la tribu de Leví, es decir, que el ser sacerdote no era una opción para los descendientes de las otras tribus, pero en David encontramos una figura del nuevo sacerdocio que Dios instauraría a través de nuestro Señor Jesús, David era de la tribu de Juda, y como tal no podía ministrar delante de la presencia de Dios. Uno de los elementos más hermosos que encontramos entorno a David era que habiendo sido constituido como Rey de Israel, también ministraba delante del arca del pacto como lo hace un Sacerdote, vemos en David una figura del Señor Jesucristo quien fue constituido por Dios como Rey y Sacerdote.

 

Hebreos 7:14-18 Porque es evidente que nuestro Señor descendió de Judá, una tribu de la cual Moisés no dijo nada tocante a sacerdotes. Y esto es aún más evidente, si a semejanza de Melquisedec se levanta otro sacerdote,  que ha llegado a serlo, no sobre la base de una ley de requisitos físicos, sino según el poder de una vida indestructible.  Pues de Él se da testimonio: TU ERES SACERDOTE PARA SIEMPRE SEGÚN EL ORDEN DE MELQUISEDEC. Porque ciertamente, queda anulado el mandamiento anterior por ser débil e inútil  (pues la ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios.

 

El Señor Jesucristo ha sido constituido como sacerdote del orden de Melquisedec, dice que ha introducido una mejor esperanza, un nuevo pacto mediante el cual podemos acercamos confiadamente a Dios, el tabernáculo de David es una figura profética de este nuevo pacto (Hebreos 8:7-13) donde Dios ya no juzgaría conforme a nuestros actos, sino conforme a la fe en nuestro Señor Jesucristo, un nuevo pacto donde él mismo se encargaría de hacernos justos a través del Sacrificio de Cristo en la cruz del calvario, un nuevo pacto donde todos los que hemos creído podemos acercarnos confiadamente ante su trono de gracia, el tabernáculo de David representa la misericordia eterna de Dios para con nosotros.

 

1 Pedro 2:9Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 10 pues vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el pueblo de Dios; no habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido misericordia”.

 

La restauración del Tabernáculo de David, también se refiere a la restauración de la doctrina apostólica, doctrina de la gracia, doctrina de poder, doctrina de libertad de expresión de Dios.

 

COMPARACION ENTRE LOS TABERNÁCULOS DE MOISÉS Y DAVID

I.- Queda establecido que existe cierta semejanza entre el tabernáculo de Moisés y el de David en lo que concierne a que ambos representan cierta relación de culto al Creador, pero que son totalmente diferentes en la esencia de su función.

 

A través de ambos tabernáculos y sus prácticas Dios se manifestaba al pueblo, sólo que en el de Moisés era necesario que el hombre obrara a su propio favor ofreciendo por medio del sacerdote sacrificios de animales y alabanza o acciones de gracias al conocer que Dios les concedía el favor de su perdón. Más en el tabernáculo de David con el nuevo orden de adoración a Dios, el hombre movía a Dios a gratitud al ministrarle.

 

II.- Debemos de concluir además, que para entender lo que Amós profetizó (capítulo 9:11) sobre el Tabernáculo de David, esto debe de ser pesado con el sabido conocimiento que David ejemplificó de una forma especial a Jesucristo, mostrándonos en el tiempo de la Ley un vislumbre glorioso de lo que sería el ministerio y dispensación de “la Gracia”. La vida de David fue usada por Dios para mostrarnos Su maravillosa misericordia, la cual fue probada por David mismo en medio de la Ley, acogiéndose a esta gracia divina al cometer adulterio con Betsabé (II Samuel 11; Salmo 51) y rehusando los sacrificios de animales instituidos por Moisés.

 

III.- David tipificó a Cristo en cuanto a su nacimiento: ambos nacieron de la tribu de Judá o Alabanza (Génesis 29:35; 49:8-10 y Apocalipsis 5:5), siendo esto determinado por Dios con el propósito de mostrarnos las verdades del ministerio que entregaría a los descendientes de la misma (la Iglesia). Desde tiempos antiguos el pueblo enseñado por Dios se movía con acciones de “Alabanza”, ofrecía el fruto de la tierra en “Alabanza (Levítico 19:24), confesaba su pecado en “Alabanza” (Josué 7:19), peleaba con su enemigo precedido por “Alabanza” (Josué 6:15,16,20), buscaban la dirección divina en “Alabanza” y se sabía por los profetas que habían sido creados para la “Alabanza” de Dios y para proclamar Su Nombre (Isaías 43:21). Sabiendo esto David y con la visión espiritual que sobre la adoración a Dios tenía, él añadió a su carácter de profeta y rey funciones sacerdotales, siendo aún de la tribu de Judá o Alabanza y no de la de Leví.

 

Veamos:

 

1)    El Arca del Pacto la trae de la tierra de los filisteos y la lleva a Jerusalén, a su casa y no a Silo (II Samuel 6:12).

 

2)    Establece un nuevo orden para el pueblo de ministración a Dios (II Samuel 6:13), involucrando juntos a los sacerdotes levitas y al pueblo.

 

3)    Al igual que Moisés recibe la revelación de cómo habría de construirse el Nuevo Tabernáculo o primer templo construido luego por Salomón (Dios da el diseño) (I Crónicas 28:11-21).

 

4)    Sin pertenecer a la tribu de Leví la cual recibió la promesa divina de ejercer el sacerdocio perpetuamente, David viste efod de lino como un real sacerdote y como figura de Cristo, nuestro Sumo Sacerdote imparte a todo el pueblo la bendición de Dios (II Samuel 6:15-18).

 

5)    Tomándose atribuciones de Sumo Sacerdote imparte instrucciones al sacerdote Sadoc de la tribu de Leví  (I reyes 1:32-39) y realiza sacrificios delante del pueblo como si lo fuera.

 

6)    David trajo a nuestro tiempo la ministración de la música e instrumentos de la eternidad como un tipo glorioso de Aquel que era desde el principio y todo lo creó para Su gloria (Juan 1:1).

 

7)    David al captar como hemos mencionado, en lo profundo de su espíritu la caída de Satán y su ministerio por negarse a deleitar a Dios con alabanza y reconocer en adoración Su señorío, asumió una lucha desesperada para darle a Su Señor la morada o lugar que Él quería tener desde el principio en la alabanza de sus hijos. Por ello David formó nuevos instrumentos para la ministración a Dios (I Crónicas 23:5-6). El pudo entender que Dios mora en los espíritus de los que le dan ministración y no en una tienda o en un templo, por lo cual se motivó a formar un verdadero ejército de alabanza con extraordinarios maestros de música y de canto (y cantores) para que éstos condujeran a Israel a la “alabanza” del Creador, haciéndole sentir agrado y como resultado de ello que por su Espíritu Santo vinieran a habitar no en la nueva tienda hacha por David, sino en los corazones del pueblo, provocando a la comunión, unidad y sentido de compañerismo.

 

8)    El Tabernáculo de David se reviste de importancia en que devuelve con su nuevo orden de ministración la comunión de hombre a hombre y sobre todo con su propio Dios. Amén. En este nuevo modelo los sacerdotes (la Iglesia) tocan a Dios (David y su pueblo lo hizo), a su Espíritu no por los sacrificios de animales como en el tabernáculo de Moisés, sino por la alabanza.

 

9)    El Tabernáculo de David no es un lugar físico o material hecho por el hombre como lo fue el de Moisés, sino se refiere a un estado, a un nuevo orden, una forma de ministración que agrada y toca el corazón de Dios.

 

Dios mora en los corazones humanos por las alabanzas que le dedican esos hombres a causa de su grandeza y de sus obras. Este era un estado espiritual que comenzando por el rey David debía prevalecer en la nación de Israel. En la medida en que ellos alabaran a Dios (y cualquier nación que lo haga) en esa medida Él vivirá y se manifestará entre ellos.

 

10) Dios había escogido a Israel (al igual que en nuestros días a la Iglesia), como una unidad, “Su Hijo Primogénito de entre todas las naciones” según Éxodo 4:22-23 añadiendo la Palabra en Éxodo 19:6 que como nación en lo colectivo serían un reino de sacerdotes. Al entrar en una profunda y verdadera apostasía el pueblo judío aunque amonestado por los profetas de Dios, descuidó la ministración a Dios, el servicio del santuario y los sacrificios e animales, así como más dolorosamente para ellos sus alabanzas e instrumentos musicales (Isaías 1:2-4; 10-15 y Malaquías 1:6-14). Por su descuido y rebeldía, al igual que en el tiempo de la rebelión de Satanás, las alabanzas, instrumentos y ministración de los judíos estaban a punto de ser desechados por Dios (Amós 5:23-24).

 

11) En Miqueas 6:6-7, muestra la escritura que el pueblo se había apartado del sincero, puro y espontáneo servicio de alabanza y adoración a Dios, puesto que sus labios seguían proclamando alabanzas, pero con sus hechos alejaban a Dios de sus vidas al no practicar lo más primordial que Dios requiere para aceptar la adoración, como es el amor al prójimo, la justicia en el trato con sus semejantes, la misericordia y la verdad (Miqueas 6:8-15; Oseas 4:1-2; 6:6;  Isaías 1:17-18; 58:6-12). El tipo de adoración agradable a Dios había desaparecido y con ello el gozo, la unidad y alegría del tiempo de David. Por lo cual Dios prometió castigo a los pecadores, pero también (Amós 9:11) levantar o restaurar el Tabernáculo de David. Israel como nación se había cubierto con un manto de respetable religiosidad (igual ocurre con la Iglesia en nuestro tiempo) y prosperidad material, aunque en el fondo sólo había un mero ritualismo y una total indiferencia hacia los derechos humanos, inmoralidad e injusticia social y un irrespeto a la personalidad de los hombres. Aquí es donde por el profeta, Dios habla de restauración del tabernáculo, restauración de un estado de vida, de un estado de conducta, más que de un templo físico o de una tienda física.

 

Había un tabernáculo porque en el se ponía o cubría el arca, podemos llegar a pensar y creer que el Señor Jesucristo es o fue el tabernáculo de David entre los hombres, el es nuestra arca.

 

12) En el momento en que Amós escribe la profecía de la restauración, el templo de Salomón estaba en pie, eso implica que el término “Tabernáculo de David”  es para hacer referencia al sistema de ministración de alabanza pasiva (la verbal) y alabanza activa (la convivencia práctica entre creyente y creyente que instituyó David en medio del pueblo).

 

Cuando el Verbo de Dios hecho carne (Juan 1:13-14) vino como Tabernáculo de Dios entre los hombres, el fue habitado por la Deidad del Padre (II Crónicas 5:19; Colosenses 2:9). Por medio de Él, el pueblo volvió a glorificar a Dios igual que ocurrió con el rey David, durante su ministerio terrenal. El dio motivos para que los hombres volvieran a alabar a Dios, esta vez con cántico nuevo, con cánticos de salvación y de liberación (Mateo 9:8; Lucas 2:20; 7:16; 18:43; Hechos 2:46-47; 3:8-9; 4:18-22; 11:18 y 13:48-49).

 

A este tipo de sistema hizo referencia Jacobo cuando dijo respecto al milagro de la conversión de los gentiles, al hecho de que por la alabanza del pueblo Dios ahora vivía en medio de ellos, haciendo morada en ellos, como prometió Jesús (Juan 14:18-23) y por el hecho de Él vivir en ellos, al extender algunos de ellos su radio de acción hasta los gentiles, expresó: con esto concuerdan las palabras de los profetas como está escrito: “después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David que está caído y repararé sus ruinas y lo volveré a levantar”.

 

Ahora bien, Amós enseña que esto ocurriría posteriormente al juicio y disciplina que caería sobre Israel por su pecado y sobre los pecadores. Cuando el Señor vino a la tierra el Templo de Salomón restaurado estaba en pie y Él no le hizo ninguna mejora, sino que profetizó su destrucción (en el año 70 después de Cristo, ocurrió). Igualmente Jacobo, al hablar refiriéndose a la profecía de Amós en el concilio de Jerusalén el templo de Salomón seguía en vigencia y el ritual de la Ley, es decir, el Tabernáculo de David al cual hacía referencia en tal reunión era otro. Aleluya. En aquel momento en que hablaba existía un poderoso número de creyentes que como tabernáculos vivientes, vivían para alabar a Dios (Romanos 9:5; Tito 2:14) porque tenían en su interior la verdadera Arca del testimonio. Aleluya. Es por ello que hoy no hay que forzar al creyente a practicar una alabanza de molde (si con los ojos cerrados o abiertos y de pie o arrodillados, ya eso no importa).

 

El tabernáculo de David está siendo restaurado en nuestros medios hoy, es sistema nuevo y vivo del Espíritu de Vida en Cristo, está dando paso a un ejército de creyentes comprometidos con la santidad, la unidad, la misericordia, el amor, la reconciliación y el perdón, no para que Dios sustituya los viejos valores del cristianismo de ayer, sino para que Dios siga restaurando el sistema de alabanza, adoración y vida en el Espíritu que instituyó David como un tipo de Jesucristo, para que es resto de la Iglesia dormida despierte y el resto de los hombres busque al Señor.

 

“Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén” I de Timoteo 1:17.

 

 

 

 

INVESTIGADO Y ELABORADO:

 

_________________________________________

PASTOR: LIC. JAVIER CASTILLEJOS AGUILAR.

 

 

 

 

 

SUPERVISADO Y AVALADO:

 

__________________________________

APOSTOL: DR. GUILLERMO A. OLGUIN SAUCEDO.

 


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