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La Historia de La Biblia

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INDICE.

 1.- LA BIBLIA.                                                                                                                 1

 

2.- ¿QUIEN ESCRIBIO LA BIBLIA?                                                                              1

 

3.- ¿CUAL ES EL CONTENIDO DE LA BIBLIA?                                                         2

 

4.- PRINCIPALES ETAPAS DE LA FORMACION DEL A.T.                                      4

 

5.- LA ANTIGUA COMUNIDAD JUDIA DE  PALESTINA.                                        6

 

6.- LA COMUNIDAD JUDIA DE ALEJANDRIA.                                                         6

 

7.- LOS PRIMEROS CRISTIANOS Y LOS LIBROS SAGRADOS DEL A.T.             7

 

8.- ¿QUE PASO CON LA REFORMA?                                                                           8

 

9.- LOS LIBROS CANONICOS.                                                                                      8

 

10.- LOS LIBROS DEUTEROCANICOS.                                                                       9

 

11.- LOS IDIOMAS DE LA BIBLIA.                                                                            13

 

12.- VERSIONES DE LA BIBLIA.                                                                                13

 

15.- LOS LIBROS DE LA BIBLIA.                                                                               15

 

16.- HISTORIA DE LA BIBLIA VERSION REINA VALERA                                   17

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA BIBLIA

 

 

 

 

INTRODUCCION.

 

Alguien ha dicho que la Biblia que es "la biblioteca divina," y ésta es una afirmación acertada. Aunque pensamos de la Biblia como un solo libro, y lo es en un sentido, se compone de 66 libros.

 

Palabra derivada del Gr. Biblia (“libros”) a través del latín, son los libros que se le conocen como canónicos  por la Iglesia cristiana.

 

El Gr. biblon del que Biblia es plural, es un diminutivo de biblos que en la practica denota cualquier tipo de documento escrito, pero originalmente un escrito sobre un papiro, porque originalmente fue escrita sobre papiros.

 

La Biblia, que comienza con el Génesis y termina con el Apocalipsis, se halla dividida en dos secciones principales, porque la revelación de Dios para el hombre  es progresiva. Isaías 28:9-13.

"Antiguo Testamento" y contiene 39 libros.  Fue preparatorio para el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento exhibió la figura y la sombra de la Iglesia del Nuevo Testamento,  (1 Corintios 10:11),

"Nuevo Testamento" y se compone de 27 libros.

 

II.- ¿QUIÉN ESCRIBIO LA BIBLIA?

Desde el punto de vista humano la Biblia fue escrita por alrededor de 40  personas, a lo menos, en el curso de unos 1600 años. Lo importante es tener presente que estos hombres escribieron bajo el control directo de Dios. Dios, mediante su Espíritu, los iba guiando a medida que escribían para que dijeran exactamente lo que El quería. Esto es lo que significa la palabra "inspiración." Las siguientes citas sacadas de la Biblia misma enseñan que ésta es inspirada por Dios:

[2 Pedro 1:21] Pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios.

 

[2 Timoteo 3:16,17] Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.

 

Por consiguiente, la Biblia es la Palabra de Dios. No es suficiente decir que la Biblia contiene la Palabra de Dios. Esto podría dar a entender que algunas partes son inspiradas por Dios y otras no. La Biblia en su totalidad es inspirada por Dios. "Toda Escritura es inspirada divinamente."

Otro punto importante que debe recordarse es que la Biblia es el único libro escrito por inspiración divina. En el último capítulo de la Biblia, Dios advierte severamente que no se añada o se quite de la Biblia. Léase Apocalipsis 22:18-19.

 

III.- ¿CUÁL ES EL TEMA DE LA BIBLIA?

Aunque la Biblia se compone de 66 libros, su tema principal es CRISTO. El Antiguo Testamento contiene muchas predicciones o profecías acerca de Cristo.   El  Nuevo Testamento relata el cumplimiento de las mismas con la venida y obra de Cristo en este mundo.

 

IV.- ¿CUÁL ES EL CONTENIDO DE LA BIBLIA?

La Biblia relata la historia de este mundo desde el momento de su creación hasta el tiempo cuando habrá un cielo nuevo y una tierra nueva.  El Libro de Génesis relata la creación del mundo, la entrada del pecado, el diluvio y el comienzo de la nación de Israel.

Desde Éxodo hasta el libro de Esther se narra la historia de Israel hasta aproximadamente 400 años antes del nacimiento de Cristo.

Desde el libro de Job hasta el libro de El Cantar de los Cantares, encontramos maravillosas expresiones de poesía plenas de sabiduría.

El resto del Antiguo Testamento, desde el libro de Isaías hasta el libro de Malaquías, es profético, es decir, que estos libros contienen mensajes de Dios al pueblo de Israel acerca de su condición presente y su destino futuro.

El Nuevo Testamento comienza con los cuatro Evangelios, cada uno de los cuales relata la vida del Señor Jesucristo.

Después sigue el libro de Los Hechos de los Apóstoles (o los Actos) en el cual se cuenta la historia del movimiento cristiano en su principio y la vida del gran apóstol San Pablo.

 Después vienen cartas o epístolas a diferentes iglesias en individuos, acerca de las grandes verdades de la FE y también con instrucciones prácticas concernientes a la vida cristiana. Finalmente viene El Apocalipsis o La Revelación donde vislumbramos los acontecimientos futuros que habrán de tener lugar en el cielo, en la tierra y en el infierno.


 

 

Esta rápida ojeada a la historia de la elaboración de los libros bíblicos nos facilita descubrir el "misterio" de su origen y nos lleva a concluir que las Escrituras santas no fueran redactadas "de un tirón", sino elaboradas durante centenas de años.

 

La elaboración de la Biblia ha tenido una larga historia, cuya reconstrucción está llena de dificultades; no es, ni mucho menos, un libro caído del cielo como pretende serlo el Corán. Hay que hacer notar que antes de que existieran los libros sagrados, es decir la palabra de Dios puesta por escrito, la tradición hablada (oral) está presente con anterioridad. Esta comunicación hablada se mantiene en las escrituras y afecta a los mismos textos.

Un ejemplo que nos dará luz es el libro de Nehemías, uno de esos libros del AT que cuando uno los ve en el índice no tiene ni la menor idea de qué tratan o para qué pueden estar en la Biblia o por qué son Palabra de Dios. Pues bien, este libro trata en su capítulo 8 de un momento tremendo para el pueblo de Israel, la tragedia nacional del destierro. En este momento histórico el pueblo sufre por esta herida terrible y necesita "hacer memoria", reencontrar las raíces de su propia historia. Y lo hace escuchando el libro de la ley de Moisés que el Señor le había dado a Israel (Neh 8,1). Podemos concluir, por tanto, que el "libro de Moisés" es la memoria de Israel puesta por escrito.

Estamos ante un recorrido que va de las palabras guardadas en la memoria a la puesta por escrito en el libro. El pueblo de Israel necesita orientarse hacia el futuro, pero requiere recordar su pasado, y esa memoria ahora escrita es considerada un tesoro de la comunidad. El libro, lo escrito cobra un nuevo y especial significado para la comunidad. En realidad los libros sagrados surgen de la comunidad y van dirigidos a la comunidad y las Sagradas Escrituras comienzan a tomar un nuevo papel en la familia, los santuarios y el Templo.

En el Nuevo Testamento ocurre algo muy parecido, pues como podemos recordar nuestro Señor Jesucristo no dejó nada escrito, pero los discípulos guardan en su memoria todo lo dicho por Jesús -recordemos que en la época antigua se usaba y ejercitaba mucho más la memoria que hoy en día-. En el Nuevo Pueblo de Dios se da una transición espontánea de la palabra hablada a la escrita.

Un primer ejemplo nos lo proporciona un comentario de San Pablo al final de su vida: «Pues dice la Escritura: "No pondrás bozal al buey que trilla" y "el que trabaje merece su salario"» (1 Tim 5,18; Dt 25,4 y Lc 10,7), donde se citan a la vez como escritura un texto del AT y una frase de Jesús. Otros ejemplos se pueden leer en los escritos de San Pedro, cuando pone en el mismo plano las cartas de Pablo y los escritos del AT ( 2 Pet 3, 14-16); y de San Juan, cuando amenaza a quien se atrae a añadir o a quitar algo de las palabras de su libro profético (Apc 22, 18-19). Es sabido que Cristo cita muchas veces el AT, reconoce su autoridad, pero se sitúa por encima de Moisés, de Salomón y del Templo (Mt 12, 1-6; 41-42); y por eso, la primitiva Iglesia tiene conciencia de tener en los Evangelios la definitiva Palabra de Dios.

 

 

PRINCIPALES ETAPAS DE FORMACIÓN DEL A.T.

Se han identificado algunas etapas en la formación del AT, sin embargo esto pertenece al ámbito de la investigación histórica, no son un acto de fe de la Iglesia. Por lo tanto estas etapas corresponden a hipótesis y están abiertas a nuevos descubrimientos y conclusiones.

1. La etapa Patriarcal. Se desarrolla en el siglo XX a.C. Sobresalen los relatos del Génesis, Abram, Isaac y Jacob, los primeros personajes históricos de la Biblia y se comienzan a mencionar los santurios de Siquem, Beer-Seba, Betel, Mamré y Hebrón.

2. La etapa Mosaica. 1250-1200 a.C. Libros del Éxodo, Levítico y Números donde se narran las vicisitudes de los descendientes de Jacob-Israel.

3. Etapa de la monarquía. 100 hasta 587 a.C. Después de 200 años (más o menos) de lucha por la ocupación de la tierra prometida, sigue la larga experiencia de la monarquía. En este periodo se fusionan las tribus en un único pueblo; se separan las tribus del norte y del sur; muere Salomón; cae el reino de Samaria y el reino de Jerusalén. Acontecimientos y profecía se convertirán en libros, escritos, espiritualidad y culto.

En el año 612 se "descubre" en el Templo de Jerusalén el rollo de la Ley. El libro del Deuteronomio se plantea como el lugar en el que confluyen la Tradición mosaica, el Profetismo y la Sabiduría.

4. Etapa del Exilio o cautividad babilónica. El año 587 cae Jerusalén en poder de los babilonios. Cae la dinastía davídica, se pierde la "tierra prometida" y el Templo de Jerusalén. Los 50 años del exilio serán la "época dorada" del libro escrito. El pueblo de Dios vuelve a estar errante y en pos de la Tierra prometida.

5. Etapa del judaísmo. Suele llamarse así porque del destierro solo vuelven algunos descendientes de Judá (Reino del Sur) gracias al decreto liberador del rey persa Ciro. Durante este tiempo se da el periodo persa, el helenístico y el Macabeo.


LOS LIBROS DEL NT Y SU APARICIÓN HISTÓRICA

El tiempo de elaboración de los libros del NT es de solo 50 años (del 51 al 100 d.C.), antes de ser puesto por escrito el mensaje de Jesús de Nazaret hay dos etapas de tradición oral. La primera corresponde a las enseñanzas con palabras y hechos del mismo Jesús; la segunda es la tradición oral acerca de Jesús, vivida, testimoniada, celebrada y defendida por la Iglesia.

Jesucristo no solo anuncia que el Reino de Dios ha llegado, sino que ha venido a través de Él. El AT se ilumina con Jesús de Nazaret, porque en Él se concentra y realizan de manera nueva las profecías antiguo testamentarias. Sus parábolas, milagros, e incluso las controversias que suscita, son signos o señales de que Dios ha inaugurado una nueva etapa en la historia. La muchedumbre al escucharle reconoce también su autoridad excepcional.

Después, los Apóstoles anuncian el Evangelio, conscientes de ser los mediadores humanos de la definitiva Palabra de Dios, revelada y realizada en Jesucristo. La historia de Jesús da lugar a la tradición acerca de Jesús, fijada primeramente en forma oral y luego por escrito. Los primeros escritos cristianos se los debemos a San Pablo.

El tema de los libros del NT y su aparición histórica es largo pero apasionante.
Esta rápida ojeada a la historia de la elaboración de los libros bíblicos nos facilita descubrir el "misterio" de su origen y nos lleva a concluir que las Escrituras santas no fueran redactadas "de un tirón", sino elaboradas durante centenas de años. Además, recordemos que la Biblia no es precisamente un libro, sino más bien una pequeña biblioteca de 66 libros, redactada por autores muy distintos y a través de los más variados géneros literarios. La Palabra de Dios, dirigida sin excepción a todos los hombres de todos los tiempos y sin despojarse del sello de esta dimensión universal, toma formas literarias propias de los autores humanos (inspirados) y de su medio histórico y cultural.

Finalmente, la Sagrada Escritura es un libro "popular", surgido de un pueblo y destinado a un pueblo (el antiguo y nuevo Israel): es, por tanto, el libro que está vivo en una comunidad creyente que camina por la historia.

  1. ¿Cuántos libros tiene la Biblia?
  2. ¿Qué diferencias hay entre las Biblias católicas y las Biblias protestantes?

La Biblia no es un solo libro, como algunos creen, sino una biblioteca completa. Toda la Biblia está compuesta por 66 libros, algunos de los cuales son bastante extensos, como el del profeta Isaías, y otros son más breves, como el del profeta Abdías.

Estos 66 libros están repartidos de tal forma, que al Antiguo Testamento (AT) le corresponden 39, y al Nuevo Testamento (NT) 27 libros.

¿Por qué esta diferencia entre la Biblia católica y la protestante?
Es un problema histórico-teológico muy complejo. Resumiendo mucho, trataremos de contestar esta pregunta.

Primero vamos a explicar cómo se formó la colección de libros sagrados del Antiguo Testamento dentro del pueblo judío. Y luego veremos cómo los cristianos aceptaron estos libros del A.T. junto con los libros del N.T. para formar la Biblia completa.

 

 

 

LA ANTIGUA COMUNIDAD JUDÍA DE PALESTINA

En tiempos de Jesucristo, encontramos que en Palestina el pueblo judío sólo aceptaba el A.T. Y todavía no habían definido la lista completa de sus libros sagrados, es decir, seguía abierta la posibilidad de agregar nuevos escritos a la colección de libros inspirados.

Pero desde hacía mucho tiempo, desde alrededor de los años 600 antes de Cristo, con la destrucción de Jerusalén y la desaparición del Estado judío, estaba latente la preocupación de concretar oficialmente la lista de libros sagrados. ¿Qué criterios usaron los judíos para fijar esta lista de libros sagrados? Debían ser libros sagrados en los cuales se reconocía la verdadera fe de Israel, para asegurar la continuidad de esta fe en el pueblo. Había varios escritos que parecían dudosos en asuntos de fe, e incluso francamente peligrosos, de manera que fueron excluidos de la lista oficial.

Además aceptaron solamente libros sagrados escritos originalmente en hebreo (o arameo). Los libros religiosos escritos en griego fueron rechazados por ser libros muy recientes, o de origen no-judío. (Este último dato es muy importante, porque de ahí viene después el problema de la diferencia de libros.)

Así se fijó entonces una lista de libros religiosos que eran de verdadera inspiración divina y entraron en la colección de la Escritura Sagrada. A esta lista oficial de libros inspirados se dará, con el tiempo, el nombre de «Canon», o «Libros canónicos». La palabra griega Canon significa regla, norma, y quiere decir que los libros canónicos reflejan «la regla de vida», o «la norma de vida» para quienes creen en estos escritos.

Todos los libros canónicos de la comunidad de Palestina eran libros originalmente escritos en hebreo-arameo.

Los libros religiosos escritos en griego no entraron en el canon, pero recibieron el nombre de «apócrifos», «libros apócrifos» = (ocultos), porque tenían doctrinas dudosas y se los consideraba «de origen oculto».

En el primer siglo de nuestra era (año 90 después de Cristo) la comunidad judía de Palestina había llegado a reconocer en la práctica 39 libros como inspirados oficialmente.

Esta lista de los 39 libros de A.T. es el llamado «Canon de Palestina», o «el Canon de Jerusalén».

LA COMUNIDAD JUDÍA DE ALEJANDRÍA

Simultáneamente existía una comunidad judía en Alejandría, en Egipto. Era una colonia judía muy numerosa fuera de Palestina, pues contaba con más de 100.000 israelitas. Los judíos en Egipto ya no entendían el hebreo, porque hacía tiempo habían aceptado el griego, que era la lengua oficial en todo el Cercano Oriente. En sus reuniones religiosas, en sus sinagogas, ellos usaban una traducción de la Sagrada Escritura del hebreo al griego que se llamaba «de los Setenta». Según una leyenda muy antigua esta traducción «de los Setenta» había sido hecha casi milagrosamente por 70 sabios (entre los años 250 y 150 antes de Cristo).

La traducción griega de los Setenta conservaba los 39 libros que tenía el Canon de Palestina (canon hebreo), más otros 7 libros en griego. Así se formó el famoso «Canon de Alejandría» con un total de 46 libros sagrados.

La comunidad judía de Palestina nunca vio con buenos ojos esta diferencia de sus hermanos alejandrinos, y rechazaban aquellos 7 libros, porque estaban escritos originalmente en griego y eran libros agregados posteriormente.

Era una realidad que, al tiempo del nacimiento del cristianismo, había dos grandes centros religiosos del judaísmo: el de Jerusalén (en Palestina), y el de Alejandría (en Egipto). En ambos lugares tenían autorizados los libros del A.T: en Jerusalén 39 libros (en hebreo- arameo), en Alejandría 46 libros (en griego).

LOS PRIMEROS CRISTIANOS Y LOS LIBROS SAGRADOS DEL A.T.

El cristianismo nació como un movimiento religioso dentro del pueblo judío. Jesús mismo era judío y no rechazaba los libros sagrados de su pueblo. Además los primeros cristianos habían oído decir a Jesús que El no había venido a suprimir el A.T. sino a completarlo (Mt. 5, 17). Por eso los cristianos reconocieron también como libros inspirados los textos del A.T. que usaban los judíos.

Pero se vieron en dificultades. ¿Debían usar el canon breve de Palestina con 39 libros, o el canon largo de Alejandría con 46 libros?

De hecho, por causa de la persecución contra los cristianos, el cristianismo se extendió prioritariamente fuera de Palestina, por el mundo griego y romano. Al menos en su redacción definitiva y cuando en los libros del N.T. se citaban textos del A.T. (más de 300 veces), naturalmente se citaban en griego, según el Canon largo de Alejandría.

Era lo más lógico, por tanto, que los primeros cristianos tomaran este Canon griego de Alejandría, porque los mismos destinatarios a quienes debían llevar la palabra de Dios todos hablaban griego. Por lo tanto, el cristianismo aceptó desde el comienzo la versión griega del A.T. con 46 libros.

La reacción de los judíos contra los cristianos. Los judíos consideraban a los cristianos como herejes del judaísmo. No les gustó para nada que los cristianos usaran los libros sagrados del A.T. Y para peor, los cristianos indicaban profecías del A.T. para justificar su fe en Jesús de Nazaret. Además los cristianos comenzaron a escribir nuevos libros sagrados: el Nuevo Testamento.

Todo esto fue motivo para que los judíos resolvieran cerrar definitivamente el Canon de sus libros sagrados. Y en reacción contra los cristianos, que usaban el Canon largo de Alejandría con sus 46 libros del A.T., todos los judíos optaron por el Canon breve de Palestina con 39 libros.

Los 7 libros griegos del Canon de Alejandría fueron declarados como libros «apócrifos» y no inspirados. Esta fue la decisión que tomaron los responsables del judaísmo en el año 90 después de Cristo y proclamaron oficialmente el Canon judío para sus libros sagrados.

Los cristianos, por su parte, y sin que la Iglesia resolviera nada oficialmente, siguieron con la costumbre de usar los 46 libros como libros inspirados del A.T. De vez en cuando había algunas voces discordantes dentro de la Iglesia que querían imponer el Canon oficial de los judíos con sus 39 libros.


¿QUÉ PASÓ CON LA REFORMA?

En el año 1517 Martín Lutero se separó de la Iglesia Católica. Y entre los muchos cambios que introdujo para formar su nueva iglesia, estuvo el de tomar el Canon breve de los judíos de Palestina, que tenía 39 libros para el A.T. Algo muy extraño, porque iba en contra de una larga tradición de la Iglesia, que viene de los apóstoles. Los cristianos, durante más de 1.500 años, contaban entre los libros sagrados los 46 libros del A.T.

Sin embargo, a Lutero le molestaban los 7 libros escritos en lengua griega y que no figuraban en los de lengua hebrea.

Pero los protestantes y las muchas sectas nacidas de ellos, comenzaron a usar el Canon de los judíos palestinos que tenían sólo 39 libros del AT.

De ahí vienen las diferencias de libros entre las Biblias católicas y las Biblias evangélicas.


LOS LIBROS CANÓNICOS

Los 7 libros del A.T. escritos en griego han sido causa de muchas discusiones. La Iglesia Católica dio a estos 7 libros el nombre de «libros deuterocanónicos». La palabra griega «deutero» significa Segundo. Así la Iglesia Católica declara que son libros de segunda aparición en el Canon o en la lista oficial de libros del A.T. porque pasaron en un segundo momento a formar parte del Canon.

Los otros 39 libros del A.T., escritos en hebreo, son los llamados «libros protocanónicos». La palabra «proto» significa «Primero», ya que desde el primer momento estos libros integraron el Canon del A.T.

Qumram
En el año 1947 los arqueólogos descubrieron en Qumram (Palestina) escritos muy antiguos y encontraron entre ellos los libros de Judit, Baruc, Eclesiástico y 1 de Macabeos escritos originalmente en hebreo, y el libro de Tobías en arameo. Quiere decir que solamente los libros de Sabiduría y 2 de Macabeos fueron redactados en griego. Así el argumento de no aceptar estos 7 libros por estar escritos en griego ya no es válido.

Sin embargo, desde que Lutero tomó la decisión de no aceptar esta tradición de la Iglesia Católica, todas las iglesias protestantes rechazaron los libros Deuterocanónicos como libros inspirados y declararon estos 7 libros como libros «apócrifos».

Por este motivo, se ven ya algunas Biblias protestantes que, al final, incluyen estos 7 libros, aunque con un valor secundario.

 

LOS LIBROS DEUTEROCANÓNICOS: ¿APÓCRIFOS O INSPIRADOS POR DIOS?

Tobías, Judit, 1 Macabeos, 2 Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y el de Baruc.

En el Nuevo Testamento no encontramos diferencia alguna, sino que es en el Antiguo donde encontramos 7 libros más en la versión católica: Tobias, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc, 1ª y 2ª de Macabeos, además de adiciones a otros libros, como Daniel 3. 24-90 y los capítulos 13 y 14, y algunas al libro de Esther .

¿Por qué esta diferencia de libros?, ¿cuál es el objeto de la exclusión por parte de los protestantes?, ¿por qué se les conoce por este nombre?

En primer lugar tienen su origen; estos siete libros fueron creados entre el 200 y el año 30 A.C. La mayoría de ellos fueron escritos en griego, idioma que, en aquel entonces, era el más utilizado. Estas dos circunstancias contrastan con el resto del Antiguo Testamento, pues todos sus libros fueron escritos en hebreo y, por otro lado, los judíos no reconocen a estos libros una inspiración divina, puesto que no fueron escritos por profetas de Dios, pues en la época histórica en la cual fueron creados, ya no existía profeta vivo, es decir, después de la vida de Esdrás y Malaquías.

Pero no quiere decir esto que no fueran conocidos por el pueblo hebreo. En este punto, tenemos que hablar del Rey Tolomeo de Alejandría; éste fue conocido por su afán de reunir todo el saber del mundo antiguo. Con este propósito, reunió a 70 judíos para que tradujeran al griego y compendiaran todo los libros de carácter religioso del pueblo hebreo. En este compendio, además de todo el Antiguo Testamento, fueron incluidos los 7 libros en cuestión. Por esta circunstancia son también denominados "septuaginta", en honor a estos 70 judíos.

Esta es una primera de las circunstancias por las que debemos de replantearnos si son verdaderamente inspirados por Dios, puesto que si el propio pueblo de Dios no los incluyó dentro de los libros del Antiguo Pacto, ¿por qué debemos de tomarlos nosotros?. El pueblo judío los denominaba "apócrifos", es decir, no reconocidos, pues dudaban de su inspiración divina. Es dentro de los propios libros donde vemos que carecen de una de la principales fuentes para entender que algo es inspirado por Dios, pues no aparece ninguna de estas frases: "Así dice Jehová", "Vino a mí palabra de Jehová", "Habló Jehová a..." y por el contrario expresan su inspiración humana, tal y como aparece en 2ª de Macabeos 15.37-38 "Y yo termino aquí mi narración. Si está bien escrita y ordenada, esto fue lo que me propuse. Si es mediocre y sin valor, solo eso fue lo que pude hacer”. Claramente expresa que es de propia creación, pues no habla para nada de inspiración divina. Asimismo, en el prólogo del libro Eclesiástico, habla el nieto del escritor en estos términos: "... Los que leen las Escrituras tienen el deber no solamente de adquirir ellos mismos muchos conocimientos, sino que deben ser capaces de ayudar, tanto de palabra como por escrito, a quienes no han recibido esta instrucción. Así lo hizo mi abuelo Jesús. En primer lugar se dedicó de lleno a la lectura de la ley y los profetas, y de los demás libros recibidos de nuestros antepasados, y alcanzó un conocimiento muy grande de ellos; y luego él mismo se sintió movido a escribir un libro sobre la instrucción y la sabiduría, para que, practicando sus enseñanzas, las personas deseosas de aprender puedan hacer mayores progresos viviendo de acuerdo con la ley". Expresa claramente que su abuelo quiso realizar un libro didáctico, para ayudar al conocimiento de la Ley, pero no expresa para nada algún tipo de revelación, sino que es escrito basándose en el conocimiento adquirido, por su experiencia, de la primera.

Tras esto, debemos ver si en los escritos del Nuevo Pacto, es decir, en el Nuevo Testamento, aparece alguna referencia a estos libros, pues, como hemos visto, eran conocidos por el pueblo judío y por lo tanto conocidos por el propio Jesucristo, los evangelistas, Apóstoles y el propio Pablo. Tenemos que dar una respuesta negativa; en el Nuevo Testamento, que se basa en la versión griega, es decir, la "Septuaginta", se citan todos los libros del Antiguo, excepto 4 de los profetas menores y los apócrifos. Punto este que añade incertidumbre a su inclusión dentro del Antiguo Testamento.

Otro añadido a su exclusión lo encontramos en las listas de libros considerados como de inspiración divina; hasta el año 395 D.C., encontramos 11 listados y en ninguno de ellos hace referencia a los apócrifos, e incluso en el concilio de Laódicea (363 D.C.) se prohíbe expresamente la lectura de estos libros en las iglesias. Todo se basa en el compendio de libros del Antiguo Testamento que hace el pueblo judío, pues en el año 90 D.C., en el sínodo de Jamnia, sólo se reconocen como canónicos, es decir, inspirados por Dios, los 39 libros que integran el Antiguo Testamento.

Es por "San Jerónimo" por lo que conocemos a estos libros como "Deuterocanónicos", pues en su versión de la Biblia, llamada la "Vulgata", protestó la inclusión de tales libros, aunque al final cedió a dicha presión, dejándolos aparte, pues los consideró de segundo rango, a diferencia de los "Protocanónicos" o de primer rango. No fue hasta el concilio de Trento, en el año 1546, cuando supuso su definitiva inclusión dentro de la Biblia católica.

¿Por qué se tardó tanto tiempo en integrarlos dentro de la Palabra de Dios si, supuestamente, estaban inspirados por Él?, ¿por qué este cambio de parecer?

La respuesta la encontramos en la Reforma; en toda Europa estaba surgiendo un movimiento contrario a la doctrina oficial de la "Iglesia Católica" que después fue conocido como protestantismo. Este movimiento nació como protesta a ciertas prácticas religiosas que carecían de base bíblica para su aceptación. Demostraba este movimiento que la "Iglesia" se apartaba claramente de la Palabra de Dios, por lo tanto reivindicaban la vuelta al Evangelio de Cristo. La "Iglesia Católica", lejos de volver al verdadero Evangelio, emprendió un paso adelante en sus tradiciones y es en el Concilio de Trento donde se establece el "Dogma de Fe" de igualar la propia tradición de la Iglesia a la Palabra de Dios.

Pero la "Iglesia" tenía que justificar de alguna manera el uso de tradiciones religiosas tales como la oración por los muertos, el purgatorio, el perdón de los pecados por la realización de buenas obras. Esta justificación la encontró en los libros deuterocanónicos.

  • A continuación detallaré versículos donde encontramos estas justificaciones:

2ª de Macabeos 12.45 "Si él no hubiera creído en la resurrección de los soldados muertos, hubiera sido innecesario e inútil orar por ellos. Pero, como tenía en cuenta que a los que morían piadosamente los aguardaba una gran recompensa, su intención era santa y piadosa. Por esto hizo ofrecer ese sacrificio por los muertos, para que Dios les perdonara su pecado". Justifica el orar por los muertos.

Tobit 12.9 "Dar limosna salva de la muerte y purifica de todo pecado. Los que dan limosna gozarán de larga vida". El perdón de los pecados gracias a las limosnas.

2ª de Macabeos 15.12-16 "La visión era esta:... se trataba de un personaje de la más alta autoridad. Onías tomó la palabra, y dijo: "Este es Jeremías, el profeta de Dios, el amigo de sus hermanos, que ora mucho por el pueblo y por la ciudad santa." Jeremías extendió la mano derecha, le dio a Judas una espada de oro y le dijo: "Toma esta espada santa, que Dios te da; con ella destrozarás a los enemigos."". Aquí vemos otra creencia religiosa católica y es que los muertos (pues Jeremías estaba en el Cielo), pueden interceder por los vivos, justificando así la oración a los "Santos".

  • También en estos libros aparecen contradicciones a la Palabra de Dios:

Tobit 6.4-9 "El ángel le dijo: Ábrelo y sácale la hiel, el corazón y el hígado, y guárdalos. Son un remedio muy útil. ... Entonces el muchacho preguntó al ángel: Amigo Azarías, ¿para qué sirven de remedio la hiel, el corazón y el hígado del pescado? Él contestó: Cuando una persona es atacada por un demonio o espíritu malo, si se queman delante de esa persona el corazón y el hígado del pescado, cesa el ataque y no se repite jamás. Y cuando una persona tiene nubes en los ojos, si se untan con la hiel y se sopla en ellos, queda sana". Apoya aquí la práctica de los curanderos.

Tobit 8.1-3 "Cuando terminaron de cenar, decidieron ir a acostarse. Llevaron al muchacho a la habitación. Tobías se acordó entonces de lo que le había dicho Rafael. Sacó de su bolsa el hígado y el corazón del pescado, y los puso sobre las brasas en las que se quemaba incienso. El olor del pescado no dejó acercar al demonio, y este salió huyendo por el aire hasta la parte más lejana de Egipto. Rafael fue y lo encadenó allá, y volvió inmediatamente". Otra práctica pagana y de brujería.

2ª de Macabeos 14.41-42 "Las tropas estaban ya a punto de tomar la torre donde se encontraba Razís, y trataban de forzar la puerta de fuera, habiendo recibido órdenes de prender fuego y quemar las puertas, cuando Razís, acosado por todas partes, volvió su espada contra sí mismo, prefiriendo morir noblemente antes que caer en manos de aquellos criminales y sufrir injurias indignamente". Da validez al suicidio, no condenándolo.

Judit 9.13 "Dame palabras para poder engañarlos y causarles el desastre y la muerte, pues tienen planes perversos contra tu alianza, contra el templo consagrado a ti, contra el monte Sión y contra la ciudad que es hogar y propiedad de tus hijos". Dios es la verdad, nunca justifica la mentira y menos la inspira, por lo que este texto enseña algo contrario a la Palabra de Dios.

Sabiduría 11.17 "Tu mano omnipotente, que de la materia sin forma creó el mundo". Según el Génesis Dios crea el mundo de la nada, sólo con su Palabra.

Eclesiástico 12.6-7 "También Dios aborrece a los malvados y les dará su castigo. Debes dar al bueno, pero no al malvado; da alivio al afligido, pero no des nada al orgulloso". Contradice claramente el mandato divino de amar a nuestros enemigos y no tiene en cuenta la misericordia divina. A nosotros no nos es permitido juzgar si una persona es buena o no, todo el juicio le pertenece a Dios.

  • También encontramos numerosos errores históricos. Ponemos estos a modo de ejemplo:

Judit 1.1 "Cuando Nabucodonosor estaba en el año doce de su reinado sobre los asirios en Nínive, su capital". Está demostrado y documentado que Nabucodonosor nunca fue rey de Asiria sino de Babilonia, aunque conquistó este reino nunca trasladó su capital a Nínive.

Baruc 1.1-2 "Este es el libro que Baruc, hijo de Nerías y descendiente de Maaseías, Sedequías, Hasadías e Hilquías, escribió en Babilonia el día siete del mes del año quinto después que los caldeos se apoderaron de Jerusalén y la incendiaron.". Crea contradicción con el libro de Jeremías, que afirma claramente que Baruc no estaba en Babilonia, sino en Egipto: "Por el contrario, Johanán y todos los jefes militares reunieron a la poca gente de Judá que aún quedaba ... incluyendo a Jeremías y a Baruc. Sin hacer caso de la orden del Señor, todos ellos se fueron a Egipto y llegaron hasta la ciudad de Tafnes." (Jeremías 43.4-7)

Como conclusión debemos pensar que estos libros, cuyos autores reconocen su propia autoría y no la inspiración divina, que contienen errores históricos, prácticas paganas, contradicciones con la Palabra inspirada por Dios, y que no fueron nunca reconocidos por los maestros judíos, Jesucristo, Apóstoles y "Padres de la Iglesia", que los consideraban como de "segundo orden", no debieron ser admitidos en la Biblia con el mismo rango que el resto de libros del Antiguo Testamento.

Toda la Palabra de Dios está inspirada por Él, si en estos libros hay errores y contradicciones, debemos pensar que no son Palabra de Dios puesto que Él no yerra.

Por lo tanto, todas las prácticas que encuentran su justificación en estos libros, no son válidas.

 

 

LOS IDIOMAS DE LA BIBLIA

Tres son las lenguas originales de la Biblia: HEBREO, ARAMEO Y GRIEGO.

En HEBREO se escribió:
- la mayor parte del Antiguo Testamento.

En ARAMEO se escribieron:
- Tobías
- Judit
- fragmentos de Esdras, Daniel, Jeremías y del Génesis
- el original de
La historia de la Biblia Mateo

En GRIEGO se escribió:
- el libro de la Sabiduría
- el II de Macabeos
- el Eclesiástico
- partes de los libros de Ester y de Daniel
- el Nuevo Testamento, excepto el original de San Mateo

 

VERSIONES DE LA BIBLIA

Existen distintas versiones básicas de la Biblia. Las actuales ediciones de la Biblia en las diversas lenguas son traducciones de uno u otra versión. Estas versiones son:

- Versión de los "Setenta" o "Alejandrina": (conocida también como "Septuaginta"), es la principal versión griega por su antigüedad y autoridad. Su redacción se inició en el siglo III a.C. (250 a.C.) y se concluyó al final del siglo II a.C. (105 a.C.).

El nombre de "Setenta" se debe a que la tradición judía atribuye su traducción a 70 sabios y "Alejandrina" por haber sido hecha en Alejandría y ser usada por los judíos de lengua griega en vez del texto hebreo. Esta traducción se hizo para la lectura en las Sinagogas de la "diáspora", comunidades judías fuera de Palestina, y quizá también para dar a conocer la Biblia a los paganos.

- Versiones Latinas:

Itala Antigua o "Vetus Latina": proviene de la Versión de los Setenta para la mayoría de los libros del A.T. y de los originales griegos para los libros del N.T. y Sabiduría, 2 Macabeos y Eclesiástico. Estuvo en uso en Occidente desde el siglo II hasta el siglo V.

Vulgata: hacia finales del siglo IV, el Papa Dámaso ordenó a San Jerónimo hacer una nueva versión latina teniendo presente la Itala antigua. Esta versión se impuso en el siglo VII definitivamente. Se denominó "Vulgata" porque la intención de la obra era "vulgarizarla", volverla popular.

San Jerónimo tradujo directamente del hebreo y del griego originales al latín, a excepción de los libros de Baruc, Sabiduría, Eclesiástico y 1º y 2º de los Macabeos, que los transcribió, sin alteración alguna, de la Itala antigua.

Neovulgata: La Neovulgata es la misma versión Vulgata, a la que se han incorporado los avances y descubrimientos más recientes.

El Papa Juan Pablo II aprobó y promulgó la edición típica en 1979. El Papa lo hizo así para que esta nueva versión sirva como base segura para hacer traducciones de la Biblia a las lenguas modernas y para realizar estudios bíblicos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LOS LIBROS DE LA BIBLIA

 

EL ANTIGUO TESTAMENTO.

1.- Génesis.                                                       

2.- Éxodo.

3.- Levítico.                                         PENTATEUCO.

4.- Números.

5.- Deuteronomio.

 

6.- Josué.

7.- Jueces.

8.- Rut.

9.- 1 Samuel.

10.- 2 Samuel.

11.- 1 Reyes.                                      HISTORICOS.

12.- 2 Reyes.

13.- 1 Crónicas.

14.- 2 Crónicas.

15.- Esdras.

16.- Nehemías.

17.- Ester.

 

18.- Job.

19.- Salmos.

20.- Proverbios.                                   POETICOS.

21.- Eclesiastés.

22.- Cantar de los Cantares.

 

23.- Isaías.

24.- Jeremías.                                        PROFETAS

25.-Lamentaciones.                              MAYORES.

26.- Ezequiel.

27.-Daniel.

 

28.- Óseas.

29.- Joel.

30.- Amos.

31.- Abdías.                                          PROFETAS

32.- Jonás.                                            MENORES.

33.- Miqueas.

34.- Nahum.

35.- Habacuc.

36.- Sofonías.

37.- Hageo.

38.- Zacarías.

39.- Malaquías.

NUEVO TESTAMENTO.

1.- Mateo.

2.- Marcos.                                             CUATRO

3.- Lucas.                                             EVANGELIOS.

4.- Juan.

 

5.- Hechos.                                           HISTORICO.

 

6.- Romanos.

7.- 1 Corintios.

8.- 2 Corintios.

9.- Gálatas.                                             EPISTOLAS

10.- Efesios.                                            PAULINAS.

11.- Filipenses.

12.- Colosenses.

13.- 1 Tesalonicenses.

14.- 2 Tesalonicenses.

15.- 1 Timoteo.

16.- 2 Timoteo.

17.- Tito.

18.- Filemón.

19.-Hebreos.

 

 

20.- Santiago.

21.- 1 Pedro.                                     EPISTOLAS

22.- 2 Pedro.                               UNIVERSALES.

23.- 1 Juan.

24.- 2 Juan.

25.- 3 Juan.

26.- Judas.

 

27.- Apocalipsis.                 PROFETICO.



 

 

 

 

 

 


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